martes, 31 de mayo de 2016

Misiones de espionaje.


A la US Navy se le ocurrió la idea de pinchar los cables de comunicaciones sumergidos de la antigua URSS. Estos cables parecerían seguros a los soviéticos, pero en octubre de 1971 el submarino USS Halibut (SSN-587) llegó al mar de Ojotsk, y varios buceadores del SEAL colocaron bobinas de escucha en un cable ruso que unía la flota del Norte con Moscú. Tras demostrar que se podía hacer, el USS Halibut volvió en 1972 para instalar junto al cable una cápsula de grabación de gran capacidad. Esta técnica no dañaba los cables y era improbable detectarla fácilmente.
En 1979 se añadieron nuevos cables como objetivos de esta operación, empleando otro submarino más, el USS Parche (SSN-683). En 2005 se asignó el USS Jimmy Carter (SSN-23), equipado para operaciones especiales con una extensión de 30 metros conocida como MMP (Multi-Misión Platform).
Entre estas misiones submarinas los SEAL ayudaron a recuperar del fondo marino restos de misiles soviéticos.

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